Debido a los distintos problemas de coordinación entre las áreas de oficina técnica y la obra, muchas veces se tiene poca o nula visibilización del avance, generando un desfase de la comunicación que deviene en costos no previstos (por ejemplo, construcciones que no se deberían haber hecho que luego deben demolerse o volverse a hacer), cambios en los planos sin que obra se entere, mala trazabilidad y asignación de responsabilidades. Todo esto genera un atraso de la obra.